martes, noviembre 28, 2006

Reseña. El Estudio de las Relaciones Internacionales de Eduardo Ortiz Romero

El estudio de las Relaciones Internacionales

de Eduardo Ortiz Romero

(FCE, 2000)


Claramente, al terminar de leer el libro, la sensación que nos deja, es la importancia de adentrarse y profundizar en un estudio sistemático de las relaciones internacionales como una disciplina de las ciencias sociales, que cumple un rol importante y fundamental en la comprensión de los procesos sociales a nivel global e interno dentro de fenómenos históricos que trascienden la coyuntura. Asimismo, nos damos cuenta, que un estudio de esta envergadura, debe ser enmarcado mediante la comprensión histórica de la larga duración y de la mano de la historia del pensamiento político, ya que de esa manera, alcanzamos a generar un conocimiento estructuralmente científico.

Ortiz, que es un importante catedrático de la teoría de las relaciones internacionales, y con trayectoria diplomática en Chile, realiza un análisis sucinto pero completo a la vez de las teorías que abarca las relaciones internacionales. En esto, el autor es claro; precisa que las nociones que poseemos sobre las teorías se configuran permanentemente, se generan cambios dentro de ellas, y por lo tanto hay un permanente revisionismo de ellas. Por consiguiente, el autor nos invita a dejar el pragmatismo duro y frío en el ejercicio de la diplomacia, para pasar a la discusión del pensamiento político en la organización de las situaciones aproximativas en los procesos internacionales. En este ámbito, debemos categorizar el pensamiento como instrumento analítico de la ciencia política. Es tan importante para Ortiz, la teoría, que la considera insustituible. Este esfuerzo, la podemos estructurar en la pretensión de generar una distinción con las prácticas deconstruccionistas, o posturas banales con la teoría, y en donde la coyuntura comunicacional en conjunto con las estrategias discursivas superponen violentamente la congruencia teórica.

Al igual que el autor se refiere al estudio de las relaciones internacionales a partir de una sistematización interdisciplinaria de esta, toma en cuenta que la realidad internacional puede ser analizada a partir de perspectivas teóricas distintas. De esta manera, la noción de paradigma, no la aplica en relación hegemónica con respecto a otra ya en retirada, sino más bien, como opciones de pensamiento estructurado en la sistematización teórica de una posición en la materia de las relaciones internacionales. No obstante, Ortiz, emplea el concepto de paradigma como estrategia para entender el pensamiento detrás de la acción diplomática y las relaciones de las personas de distintos Estados o unidades políticas. Esto debido que el paradigma no es una construcción transitoria, sino que se deposita en la comunidad científica como modelo problemático para la solución de los conflictos. El marco teórico implica la ejecución de las herramientas para la utilización pragmática en planes coyunturales de las Relaciones Internacionales.

El autor, realiza un estudio analítico de tres paradigmas, considerados predominantes por consenso conceptual: el paradigma idealista, el realista, y el conductista. En esta parte, el autor es neutral, es decir, se refiere a cada una, de una forma llana y descriptiva, abarcando la mayor cantidad de tópicos posibles.

En el último capítulo de su libro, Ortiz, analiza las relaciones internacionales desde el punto de vista posterior a la caída del muro de Berlín, considerando el fin de la Guerra Fría y el advenimiento de la globalización como fenómenos de cambios trascendentales en el ámbito de la ciencia política y el estudio de las relaciones internacionales. El fin de la esfera socialista, y la existencia de una potencia hegemónica, mientras el concierto mundial se vuelve multipolar, es un fenómeno claro para volver a pensar y repensar las relaciones internacionales, en conjunto con la mayoría de sus instituciones creadas para ello, como es el caso de las Naciones Unidas, que, no por nada, hoy vive una crisis profunda.

Ortiz nos viene a afirmar lo que ya hace muchos años se viene diciendo. Vivimos en un proceso mundial, donde la soberanía de los estados – naciones comienzan a debilitarse, para dar paso a la “aldeización del planeta y la mundialización de los particularismos” (Ortiz 2000: 169), en contraste con la emergencia de los grupos civiles que se organizan o la revalorización de lo local y lo regional, de la mano con lo que nos dice Boaventura de Sousa Santos, sobre la globalización contra hegemónica.

En Ortiz, se extrañan los juicios valóricos sobre el funcionamiento de los sistemas internacionales, además de la preparación de una tesis clara sobre lo que cree eficaz desde su punto de vista, de manera fundamentada, dentro de la ejecución de la diplomacia, asunto que lo hubiese hecho una obra de mayor peso. Sin embargo, el trabajo se vuelve constantemente interesante como un consultor permanente de sus páginas, por su trabajo realizado con gran bibliografía, y una apreciación completa y sintetizada de las distintas teorías o paradigmas que conllevan a prismas disímiles en el manejo de las Relaciones Internacionales, así como una nueva manera de ver el fenómeno actual que abarca el mundo.

Sería interesante que Eduardo Ortiz, realice en el corto plazo una segunda edición de este libro. Esto lo digo a manera de consejo prácticamente anónimo. En efecto me refiero, a que Ortiz, escribiera un sexto capítulo, donde analizara el fenómeno, que denomino, de desintegración hegemónica post – caída del muro de Berlín. Es decir, el proceso que se vive desde el 2000 en adelante, donde emerge la China comunista como potencia económica; la crisis del 11 de septiembre y el derrumbe de la infalibilidad norteamericana; la crisis en la formación de la constitución europea; y el surgimiento de la sociedad civil organizada en casi todo occidente. En fin, un análisis de la coyuntura a través del ojo de la estructura de las relaciones internacionales, en la realización de un juicio lógico sobre la extensión de una globalización más que cuestionada, en su prisma hegemónico.

Desafío, que en momentos, cabe reflexionar posterior a la lectura de este texto, que sugiere, pensar el mundo desde un punto de vista metódico y pausado.