miércoles, abril 05, 2006

El pueblo ante el Estado



Siempre me ha atraído el estudio de las múltiples relaciones que se constituyen entre la gran masa del pueblo con respecto a ese Leviatán que llamamos Estado. Por un lado aclaro acá que cuando hablo de pueblo, no lo hago con la etimología de clase, sino que me refiero al uso societal que le podemos atribuir. El pueblo como constituyente y fundante de la sociedad. Por lo tanto caben todas las clases, estratos, culturas, que son parte de la nación soberana.

Enunciaré varias premisas que las he pensado en esas horas de reflexión.

1. El Estado es el único ente que tiene la capacidad de organizar la sociedad para el bien común de todo la población.

2. Por lo tanto su función es romper las barreras del mercado en materias de igualdad de oportunidades y acceso, bienestar cultural y sanitario, y seguridad pacífica.

3. Cualquier intento de delegar funciones a entes privados son infructuosos, en cuanto estos, obedecen a intereses sectoriales, capitales - monetarios, y/o a grupos fácticos de poder. En la mayoría de los casos el pueblo pierde de forma implícita.

4. No obstante, el Estado no es omnipotente.

5. La potencia reside de forma inquebrantable en el pueblo. Por lo tanto concluimos que el pueblo no es tarado.

6. En el siglo XXI, las nuevas formas de organización social residirán fundamentalmente en la generación de campos de apertura de riquezas, solidaridad mancomunada, y emprendimiento diversificado.

7. El mecanismo de Asociaciones Libres de la multiplicidad de ciudadanos, son las nuevas formas de solución de problemas.

8. Esto llevaría progresivamente a la disminución de la burocracia estatal y a la tutela de empresas privadas que pretenden, de una y otra parte, solucionarlo todo.

9. Nueva función principal del Estado en este camino al siglo XXI: articulador de las diversas organizaciones que del pueblo emanen.

10. Cambio en nuestra sociedad: Iniciativa popular de ley; democracia abierta, participativa y enfocada a las problemáticas territoriales; ampliación del modelo económico.

11. La generación de la opinión pública autónoma originará la articulación del lenguaje, en una manera tal, que los flujos de información serán parte de la red de intercambio de intereses.

12. ¿Y el final? Que dejemos de decir YO, de padecer esa enfermedad: el yoyoísmo. Y digamos NOSOTROS. Que pensarnos no sea un delito ni una rarificación anticuada. ¿No les parece?

A ver como están con eso.