sábado, agosto 04, 2007

Asamblea Constituyente y nuevo pacto social para Chile





El principio de la soberanía de los pueblos es una virtud republicana que debe ser llevada a la práctica en todo momento. La república es un proyecto de pacto social entre el pueblo y la organización política legal que se da a ella misma, y por esto mismo no es nunca una institución tradicional anquisolada.
El Informe del PNUD de las Naciones Unidas, para Chile, fue categórico en su conclusión final: Chile como sueño y proyecto social no existe, y hemos dejado de creer en nuestro propio país.
¿Qué sucede en nuestro país?
El pacto social caducó, y debemos fundar una nueva República.
La Soberanía Popular, la organización del pueblo y en el encaramiento a la elite gobernante, ha sido por siempre el principio de toda revolución, a partir de la Francesa en 1789, las nacionalistas en 1830, la popular en Francia de 1848, las Revoluciones Mexicana y Boliviana a principios del siglo XX, y un largo etc.
¿Qué debemos hacer? Menos retórica y más acción. Organizar la sociedad civil a través de asociaciones de defensa de los derechos públicos y humanos, una intensa sindicalización de los trabajadores, y la potenciación de la federación nacional de estudiantes secundarios y universitarios. No siempre la táctica es la lucha en la calle, sino que depende irremediablemente de la lucha intelectual de la conciencia nacional. La lucha en la calle y todo lo que ello implica, es una forma de presión, que no siempre, es bueno partir por ello. Atinar por sobre todas las cosas para construir un nuevo pacto social a través de un Frente Amplio de Construcción Republicana, que incluya partidos políticos, agrupaciones civiles, las Centrales de Trabajadores, gente independiente, y movimientos sociales. Porqué esto no es un asunto de izquierdas ni derechas, esto debe ser puesto bajo el valor del futuro de Chile.
¿Cuál es el objetivo? Promover una agenda de trabajo que obligue a la elite gobernante a su aprehensión y su puesta en marcha. Desde ahora ya! Chile está primero y es el pueblo su dirigente.

Este movimiento debe implicar la formación de una Asamblea Constituyente en donde deben permanecer representadas la gran mayoría de la diversidad de los Chilenos comunes y corrientes, y que en principio, son las manos que trabajan por la producción nacional. Por eso los trabajadores, los profesionales, los estudiantes, los artistas e intelectuales, deben ser parte de esta Asamblea, que tenga por objetivo redactar una nueva Constitución, reformar el aparato del Estado, y promover las nuevas ideas fundadoras en este siglo XXI. La Asamblea Constituyente del Bicentenario, por tanto, en el período de su trabajo, será la institución máxima soberana del país.

Propongo ciertas ideas fundamentales que deben estar consagradas en la Constitución Política emanada del pueblo:

1. Estado de Chile descentralizado. Gobierno regional autónomo y autoridades elegidas democráticamente.
2. Garantía constitucional de que el Estado se responsabilice de la Salud pública y la Educación pública en todas sus áreas, con calidad, recursos, e inversiones públicas sistemáticas. Estos sistemas deben ser administrados por los gobiernos regionales y supervigilados por el Estado.
3. Respeto a la diversidad sexual, las nuevas formas de familia, y unión de personas.
4. Estado Laico.
5. Iniciativa popular de ley.
6. Nuevo Congreso Nacional: Asamblea Nacional de 200 diputados elegidos directamente y que represente la diversidad política. Senado de 60 miembros elegido por colegio electoral con facultades limitadas.
7. Sistema semipresidencial.
8. Nacionalización del cobre.
9. Supresión de la Ley Reservada del Cobre para el financiamiento de las Fuerzas Armadas.
10. Creación de la disposición constitucional de la Ley del Cobre para la Investigación Nacional. El 10% de los ingresos del cobre irán para el financiamiento directo en partes iguales a las Universidades Estatales de Chile.
11. Reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas.
12. El Estado promovorá la industria y la producción nacional.
13. Libertad de Prensa, Culto y Pensamiento.
14. Protección a la organización sindical.
15. Defensoría del Pueblo y el Trabajador, como organismo estatal autónomo.
16. La consagración de valores constitucionales: Igualdad, Solidaridad, Integración.
17. La constitución consagrará el papel del Estado por la Integración Latinoamericana, como sea la disposición de las naciones.
18. Chile como República Pacífica.
19. Chile como República que protege el Medio Ambiente.

Son muchas más las disposiciones que una nueva Constitución política debe tener para Chile. De ahí la necesidad de una Asamblea Constituyente. Estas son solo aportes, ideas, y propociones.

Esto puede ser llamado de muchas formas: una Revolución, un movimiento de refundamiento, un proceso social, un anarquismo larvario. Realmente me da lo mismo. Tengo la certeza que la soberanía debe ser devuelta al pueblo de Chile, y generar las condiciones necesarias para construir la Segunda República, con un pacto social democrático.

Comenzamos la lucha, que alcanzable es, cuanto más queramos.
¡Fuerza Chile!


Igualdad, Solidaridad, Integración