jueves, diciembre 30, 2010

Concordia entre el Hombre y su destino


Podría verse un suspiro en el comienzo del resplandor de un verano,

ya que así la música rondaría el espacio del hombre caído que asciende.


Así sucederá, me dice en el eco del reflejo, el Arcángel Gabriel.

Qué tranquilidad

qué hermoso el segundo

Vivaz: carnívoro de amor: primavera de aliento: pétreo.


Todo por la primigenia derrota que es el triunfo del sagrado vínculo

de la libertad de los sirios misteriosos

que danzan en el escenario campanuláceo

de los sujetos y registro de las corrientes de luz


¿Cual es el asombro en medio de la música de las sábanas?

¿Qué debemos decir cuando todo parece perdido?

¿Gritamos el agotamiento?

¿Gemimos el tesoro de los secretos?


Ya que ahí estará el vino de hace treinta y un años

húmedo de espanto, salvaje de recuerdos

como fotografía del mejor momento de su vida

como un yacimiento hiemal de las faenas del hombre


Te quiero nombrar mensajero de la bazofia de tus errores

portador de los perfumes de las almohadas

pulpa de raíz carga

poeta de fábricas


No lo dudo que acullá se abrirán las puertas

y proclamemos el reposo, vivamos que no se vive: el despido: la grandeza de Dios.

miércoles, diciembre 29, 2010

Aliento: Otra poesía de Kim Ki Duk






Aliento (2007) es la penúltima película del director surcoreano Kim Ki Duk, que había impresionado tan maravillosamente con la narración de Hierro-3, resultando aplaudida sobre todo en Europa. Porque en verdad, este director realiza películas para el espectador cinéfilo e intelectual que pretende sumergirse en historias de vanguardia, para de esa forma, provocar transformaciones discursivas en el ámbito del cine.

Esta película, goza de una dirección de fotografía envidiable, e impresiona con un manejo de espacios, colores y luces hablando de esa forma una sujeción olímpica al guión completo, instrumento matriz que en momentos genera espacios y silencios que obliga al receptor a entrar a explicar por sí mismo, la historia, que en definitiva puede, según el espectador, transformarlo un poco débil.

Sin embargo, con una actuación magistral de Zia, como protagonista, Kim Ki Duk, vuelve nuevamente a llevarnos a una historia de fábula romántica; historias de amor decadentes y terribles por su configuración emocional de existencias patológicas, llevándonos a laberintos descendentes de situaciones oníricas y alegóricas. El amor es plenitud, pero con Kim Ki Duk, el amor se vuelve en fenomenologías entre lo torrencial y lo inerte, límites difusos tanto en la consistencia de la historia como en las situaciones de la misma, preguntándanos en forma reiterada la realidad misma. Amor terminal, amor terrible, que en "Aliento", el autor nos trae a una nostalgia permanente y cada vez más ahogante, que a pesar que muchas de las actitudes de personajes sabemos previsibles, es esa anticipación que nos confirma nuestra actitud empática, aunque esta misma es la que duela.

Chan Cheng que interpreta al preso condenado a muerte que entra en esta historia de amor, es el único punto cuestionable de la cinta, porque en muchas escenas hace poco creíble su actuación, descontrando el objetivo de la trama, trasladándonos a mirar sus errores. Eso sumado, a que la actitud voyerista del Alcaide - se infiere - carece de sustento narrativo, esperando hasta último minuto alguna explicación de la misma, forzando una vez más que expliquemos situaciones que deben ser explicitadas.

No obstante, esa frialdad evidente de tratar temas tan sentimentales, nuevamente logra el objetivo de emocionar nuestras fibras más íntimas, porque con actitud potenciadora y parabólica, nos lleva a entender lo irracional, a provocarnos desde esa capacidad superflua del ser humano, llevándonos con sorpresa a un escena final telúrica y músical, último sello de un film muy bueno.

Vean el trailer en: http://www.youtube.com/watch?v=RKSZay71rcc

viernes, diciembre 24, 2010

Contribuciones al debate sobre al aborto: A favor de la vida siempre


Ante el debate sobre el aborto terapeútico, obviamente ha comenzado a producirse lo inevitable e incluso necesario, que es el debate por el aborto sin apellidos, que en tantos países ya ha sucedido. Ante esto, quiero contribuir con argumentos para poder debatir libremente, en una sociedad que respeta las opiniones divergentes.

Actualmente vivimos el éxito de la banalización de la vida. Vemos con aparente satisfacción cómo la vida sólo parece ser un tránsito al placer, un tránsito al materialismo, dejando de lado todo desarrollo espiritual, toda conciencia mental con el otro, como autómatas, como sujetos sin moral ni ética.

El aborto, es la interrupción voluntaria de un embarazo, por ende, implica, asesinar a una forma de vida que se está formando como ser humano, y que ya en muchos casos, dependiendo del desarrollo de este, ya escucha, entiende y reconoce las voz de los padres, recibe emociones, configurando su cerebro de lo que será posteriormente ese ser.

Me pregunto ¿Donde está el alma? ¿Donde está el espíritu, esa porción divina; en el comienzo de la concepción, o en el momento del alumbramiento? Por que creo sinceramente que el ser humano tiene alma, ese soplo de los dioses que decían los griegos, la quinta esencia de los alquimistas, la luz de Jesús, porciones del purusha de los hindúes, la consciencia dormida de Buda, la energía cuántica de los físicos. Por que es esa alma, que nos transforma en humanos, en seres maravillosos.

Me dirán que esta discusión se la dejamos a los físicos cuánticos, a los filósofos y los teólogos. Es que claro, muy bien, es de esa forma, cómo ese relativismo contemporáneo ha destruido los cimientos morales de nuestra sociedad.

Ese relativismo moral, esa indeferencia espiritual del hombre, tan fundando por Nietzsche, ensalzado por los hitlerianos y los stalinistas, es proclamar la bestialidad del hombre y la mujer, decir, que ese ser al ser indefenso, puede morir, no hace otra cosa que emerger la arrogancia de los asesinos.

Los que nos llamamos humanistas, debemos transponer en la sociedad el lenguaje de las víctimas inocentes. ¿Quién merece nuestras lamentaciones, nuestras protestas y ruegos? ¿Las madres - dotadas de razón y corazón - que se sacrifican por sus hijos, o los hijos sacrificados en el ejercicio de alabanza del hedonismo contemporáneo?

Ante el debate del aborto, sea cual sea este, he escuchado argumentos de una y otra vereda, muy débiles, irracionales en algunos casos, lo que una vez más me hace pensar que esa comodidad discursiva está dañando gravemente a la sociedad chilena. Hay algunos que todo el tema del "derecho a abortar" los suponen como único responsable de los males de la sociedad, como una gran fuerza mimética de la violencia social, tal chivo expiatorio, en donde los problemas presentes y futuros recaen en si se puede o no transformar a la mujer en un ser violento contra otro ser inocente, cometiendo un crimen contra la esencia de nuestra especie humana.

Defiendo la vida, porque ese es el único recurso que siempre nos queda, nuestro gran tesoro, nuestra gran tribulación magnífica. Y esa vida, no sólo defiende desde la concepción, sino que a través de todo el proceso, de todo el viaje, de principio a fin, sin hipocresías.

Eso implica una preocupación por las víctimas. Me exclamarán que la mujer es también víctima. Sin duda, en muchas circunstancias es así. Sin embargo, el ser humano en formación, el pequeño ser dentro del vientre, nada tiene culpa, nada es responsable, es completamente inocente. Por consiguiente, defiendo a esa víctima, a la víctima originaria de nuestros males de la sociedad, para de esa forma redimir las incongruencias de nuestro mundo. Es esta concepción antropológica que proclamo y exigo, porque tengo un derecho, que también es vital, el de expresión.

Puedo seguir y seguir, argumentando y exponiendo mi pensamiento. Pero termino con lo siguiente: Cuando veamos que nuestra sociedad, nuestro discurso, defiende las posiciones egotistas para la saciedad placentera de sus sueños materiales, hemos dejado de ser humanistas, para ser defensores de la anarquía de lo transitorio.

martes, diciembre 21, 2010

BO: Una magistral historia




BO (Bélgica, 2009) narra la historia de una pequeña e inocente niña de 15 años, Deborah, que vive agobiada en la casa de su abuelo, con una mujer separada y desempleada. La situación económica es límite, en el medio de una sociedad de exigencias de las apariencias y donde, a pesar de estudiar en una escuela pública, el grupo social es altamente homogéneo, expulsando a los que no logran adaptarse a las vicisitudes del sistema.

Hans Herborts, el Director del film, nos entrega con un manejo de cámara circunstancial - lo que logra con absoluto dominio - un argumento que nos duele hasta la médula: ni siquiera la europa desarrollada ha podido solucionar problemas socioecónomicos graves que desarmonizan la vida de toda una familia y por ende de un país entero.

Deborah es arrastrada a un espiral de malas decisiones que la obligarán a entregarse a las manos de la prostitución y el desenfreno moral en medio de una Amberes como si estuviese en decadencia, mostrada sin brillo, lo que es claramente una actitud discursiva, de enfado evidente.

Herborts, utiliza un colorido dramático que acentúa la apariencia de creer que en esta historia está todo mal, porque sin prisa podemos afirmar en el medio de la película que todo, absolutamente todo, está hecho para que nada funcione, ni siquiera para un minúsculo bienestar.

El río y el mar son utilizados como un recurso de nostalgia de un pasado que jamás ha existido, una afirmación poética de un discurso que el cineasta nos entrega con crudeza - aunque pudo haber sido aún más cruel - y nos impele ha cuestionar nuestro pregón por la sociedad materialista y secular de hoy. Esos recuros, son rematados con una actuación potente de Bo, la protagonista, que es interpretada por una bella Ella-June Henrard, que en definitiva es a la única que terminas adorando, con compasión, con ganas de salvarla de tanta selva, de tanta brutalidad junta.

En esta adaptación cinematográfica del libro "La Casa de los Ángeles" del joven flamenco Dirk Bracke, podemos concluir que Bo es toda víctima, ella de nada tiene la culpa de sus actos, que no son más que vías de escape de una vida de tinieblas.

Totalmente recomendable. Una magistral historia que no pueden dejar de ver.

Vea el traile acá: http://www.youtube.com/watch?v=3dDOMvwyJGA

DEVIL: Mejor que nos pillen confesados


DEVIL es una película escrita e ideada por el peculiar cineasta, M. Night Shyamalan, que tiene como trama una sencilla propuesta, en el cual cinco personas, sin relación alguna entre ellas acaban atrapadas en un ascensor averiado de un alto edificio. El problema que pareciera que uno de ellos es el diablo, en persona, con su pretendida misión de ajusticiar para reinar.

En principio, puede ser una más de esas películas comerciales que sólo intentan atrapar al espectador con un poco de suspenso barato, con un final completamente predicible, y acabamos yendo a casa con un amargo sabor. Sin embargo, esta cinta dirigida por John Dowdle, nos sumerge en 80 minutos de un hilo conductor agobiante y realmente al borde de un abismo. El film provoca sensaciones, acompañada de un realismo evidente y perspicaz, que con un acertado manejo de cámara y fotografía nos inserta dentro de una trama certera.

Esta trama, es empalmada con la mirada racional de un detective herido por la pérdida de su familia años atrás, que ve - mientras van sucediendo los hechos - como un simple atasco de un elevador se va transformando en una compleja escena del crimen. En definitiva podemos afirmar que lo que nos quieren decir los realizadores, su mensaje, es la absoluta necesidad de confesarnos con nosotros mismos, ese ejercicio díficil de examinar nuestros actos, siempre.

Con una música y un manejo de exteriores que sencillamente son puestos con ingenería de joyería, el film termina convenciendo al espectador que una vez más Shyamalan ha realizado una obra realmente cautivante, a pesar de que me sucede lo msimo con todas sus películas: que el término de la cinta nunca puede ser perfecto, restando bonos a una historia que pudo ser siempre mucho mejor .

Vea el trailer en: http://www.youtube.com/watch?v=aINOilb_Kzc

jueves, diciembre 02, 2010

¿Amar o beber? Una reflexión sobre la vida.







En nuestro mundo contemporáneo, hemos banalizado la vida. Creemos que la vida es única y efímera, y por eso debemos vivirla rápido, sin pausa, bebiendo y comiendo como si mañana todo se acabara, malgastando energías en el sin fin de actividades mundanas sin ninguna razón trascendente.


Vemos como con tanta seguridad hay quienes que enarbolan la bandera de los abortistas, pensando que una vida nonata tiene un sin sentido, creyéndonos dioses para decidir sobre su futuro, ignorando que ese bebé, ese pequeño feto, está ahí, escuchando y ríendo, moviéndose y disfrutando, sufriendo y sintiendo. ¿Quién es más egoísta, aquella mujer que decide abortar o aquel defensor de la vida que no piensa en sus derechos de mujer? Pero yo creo que erramos en la pregunta. Porque en verdad, el tema va en el cuestionamiento de quién es la verdadera víctima, y además, cuál es la valoración de la vida. ¿Quién merece nuestros lamentos, las madres que se sacrifican por sus hijos, o en su defecto, los hijos sacrificados en elogio al hedonismo de nuestra época?


Hoy ocupamos nuestras horas del día y la noche, en olvidar la moral, en pasarlo bien, en olvidarse de los demás, total está todo permitido.


Debemos vivir la vida que sea proyectada para siempre, no como un paréntesis, sino como el comienzo de otras etapas, de otras evoluciones, de otras proyecciones. Debemos ser responsables, sentir lo que sienten los otros, ser conscientes de nuestro entorno, amar intensamente, no por pasión corporal, sino que por unión de espíritus. Amar la vida y amar el mundo.


Si somos conscientes, preguntémonos. ¿Ese feto, ese pequeño ser humano no siente el dolor de una cuchara quirúrgica que lo quiebra y destruye? ¿Este dinero que gasto en alcohol y drogas no es mejor que lo utilice para ser un ser altruista con aquellos que sufren? ¿Esta palabra, este sentimiento que puede mostrarme débil, quizás no es una demostración que amo y quiero, y mejor la digo y la expreso?


Debemos jugarnos la vida porque todo lo que hacemos lo hacemos con definición de nosotros mismos, con sentido de lo que hacemos hoy y no mañana. Es importante, que comamos y bebamos del Amor, que comamos y bebamos para trabajar por la humanidad, por construir la catedral de la virtud, para que seamos yo con los otros.


Defendamos la vida, como un vehículo para la comunión de cada uno de nosotros con la totalidad.


Sigamos lo que dijo Jesús en cuanto Vivir en Gracia: "Amad, pues, a vuestros enemigos, haced bien, y prestad no esperando de ello nada; y vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo, porque él es benigno para con los ingratos y los malos. Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso." (Evangelio según San Lucas 6: 35, 36)