jueves, febrero 23, 2006

El horror transformado en obra maestra

Downfall, es eso; el horror transformado en obra maestra. La película de más de 150 minutos de Oliver Hirschbiegel, retrata después de sesenta años un hecho verídico: la consumación del hombre como un monstruo, y a su vez, como el verdugo de su propia historia.

En el momento en el cual nace esa polémica brutal, del cual se dijo que la mirada humanitaria del enfoque sobre Adolf Hitler - en esta película - , era peligrosa, en cuanto, se daba la posibilidad de entender las motivaciones del dictador, es inocua y ciega. Más que nada, responde a la pasión irracional de los espectadores. Porque, por el contrario, muestra a un Hitler fuera de la caricatura que han hecho opositores y simpatizantes: un líder casi sobrehumano, diabólico, e hipnotizante. De este modo, la personificación casi exacta de Bruno Ganz, nos delata un hombre diminuto en su capacidad espiritual de entender el mundo, ya que penetra en él, rasgos paranoicos, de profundos contrastes, por momentos, abismasles, y sobre todo, a un hombre consumado por la codicia del poder puro.

El escenario se vuelve asfixiante, ya que uno como espectador vivaz, va evidenciando los aires de locura generalizada que iban floreciendo desde los generales nacionalsocialistas, desde esas hordas de mujeres que amaban el sexo de la pureza aria, el éxtasis del alcohol nacional como brebaje del placer, y los cantos pedagógicos de los niños alineados. El escenario es siempre asfixiante; como un largo sueño que no queremos despertar, tal como lo dice la secretaria personal de Hitler, Traudl Junge (Alexandra María Lara), pero que nos dice como al oído, recordandonos, que esto fue real.

Tan real que es vomitivo, mediante se acerca el final suicida de Hitler, durante los diez o quince días que permaneció en la penumbra de su búnker.

El director con su guionista Bernd Eichinger cumplen con gran aplomo y éxito, desentrañar el exterminio de ese pueblo maravilloso que es el judío, con pequeñas frases, pequeños retoques genocidias que muestran tal y como es, el hombre fánatico y asesino. En esta película, se ejecuta una reprimenda a un acto estatal de tan inentendibles decisiones.

Película para ser exhibida en cursos de secundaria y universitarios, es también, un documental visionario que retrata la vergüenza de nuestros abuelos.

La pregunta eterna es el cómo un hombre transforma una sociedad en suicida y en una gran industria del mal. Con certeza histórica diremos que este fue el siglo del músculo reventado.

Quien no ve esta película, conjeturo que el ojo permanece igual de reventado.

lunes, febrero 06, 2006

Palabras de S.S. el XIV Dalai Lama



Me tendrá que disculpar S.S. Dalai Lama, pero estas palabras merecen publicarse y difundirse.


La Felicidad, una responsabilidad universal.

De acuerdo con la Psicología Budista, la mayoría de nuestros problemas se deben a nuestro ardiente deseo y apego por las cosas que consideramos duraderas y que, en realidad, no lo son. En la búsqueda de los objetos que deseamos, hacemos uso de la agresión y la competitividad como instrumentos supuestamente eficaces. Estos procesos mentales, que se han ido desarrollando en el ser humano desde tiempos inmemoriales, se traducen fácilmente en acciones que como resultado producen una actitud beligerante. Nos deberíamos plantear qué podemos hacer para controlar y regular estos venenos (engaño, codicia, agresividad, etc.) puesto que sabemos que son ellos los que se encuentran detrás de casi todos los problemas mundiales.

Buscando su propia felicidad, los seres humanos han utilizado diferentes métodos, a menudo crueles y repulsivos. Se han comportado de forma completamente impropia a su condición de seres racionales, ocasionando sufrimiento a su prójimo y a otros seres vivos, únicamente en su propio beneficio. Al final, estas acciones tan torpes traen sufrimiento a uno mismo y a los demás.

Nacer como ser humano es un acontecimiento poco común, sería sensato utilizar esta oportunidad de la forma más efectiva y hábil que fuese posible. Debemos tener una perspectiva correcta del proceso universal de la vida, para que no se alcance la felicidad o la gloria de una persona, a grupo de personas, a expensas de los demás.
Todo lo expuesto hasta ahora exige una nueva aproximación a los problemas globales.

El mundo es cada vez más pequeño y más interdependiente, debido, principalmente, a los avances tecnológicos, el comercio y las relaciones internacionales. Actualmente, dependemos los unos de los otros más que nunca. En la antigüedad, los problemas eran, por lo general, de tipo familiar y, lógicamente, era también a nivel familiar donde se intentaban solucionar. Hoy, la situación ha cambiado, dependemos tanto unos de otros, y estamos tan íntimamente unidos, que no podemos superar los peligros de nuestra propia existencia, y mucho menos generar paz y felicidad, sin un sentimiento de responsabilidad universal, sin un sentimiento de hermandad universal y sin un convencimiento de que todos formamos parte de una gran familia humana.

Aunque el incremento de interdependencia entre naciones debería generar una atmósfera más comprensiva, en realidad, es difícil lograr un espíritu de verdadera cooperación, ya que hay personas que permanecen completamente indiferentes a los sentimientos y a la felicidad de sus semejantes. Cuando las personas actúan motivadas, sobre todo por la codicia y la envidia, no pueden vivir en armonía.

Un acercamiento espiritual puede que no resuelva todos los problemas políticos causados por el espíritu egocéntrico que existe, pero, a largo plazo, sí podrá superar el origen de las dificultades con las que nos enfrentamos en la actualidad.

Por otra parte, si la humanidad continúa resolviendo sus problemas considerando sólo las conveniencias a corto plazo, las generaciones futuras tendrán ante sí enormes dificultades. La población mundial está aumentando y los recursos naturales se van agotando rápidamente.

Podemos poner a los árboles como ejemplo, nadie sabe con exactitud cuáles serán las consecuencias con respecto a la masiva deforestación, con respecto al clima, al suelo y al sistema ecológico mundial en general. Nos enfrentamos a tantos problemas porque la gente se preocupa por resolverlos sólo a corto plazo, de forma egoísta y desconsiderando al resto de la humanidad. No piensan en el mundo ni en las consecuencias a largo plazo para la vida del planeta. Si nosotros las personas de la actual generación, no meditamos sobre todo esto, las generaciones futuras no podrán hacer frente a tantas calamidades.



Selección de textos del Dalai Lama, del libro "Una aportación humana a la Paz mundial" Ed. Darma.
Tomado de Sinauta. Texto: Jaime Miramor Revista Fritzgestalt -Año II Nª 8 Mayo-Junio 1997

miércoles, febrero 01, 2006

¿Qué significa Atinar?


Como cualquiera iba arriba de la micro. Miraba para afuera y el escenario se componía de un sin fin de elementos que provocan variopintas reacciones.
Hubiese puesto un tema de fondo, de esa música que por antonomasia son poco conocidas, quizás una versión cubana de la Hungarian Dance No 5 en G minor Allegro Vivace, por que de esa manera le otorgo al ambiente un poco de extranjería.
Sabía usted, que la extranjería otorga al ser humano el valor del recuerdo, y la vivencia continua de seguir adelante. Por ende me imagino como un peregrino mormón australiano mirando la ropa colgada de Valparaíso como el folclor indígena de estos shilenitos. O quizás como un Hindú krishna llegado desde Nueva Delhi, cuestionando la sobrepoblación de carnicerías y los michelines humanos puestos al viento en escotes y petos apretujados.
El sentirse extranjero, pero a la vez tan arraigado al suelo, te puede dar la facultad extraterrestre de Atinar un poco.

Por ende atina con saber qué es atinar. Porque de alguna u otra manera debemos partir desde el principio.

Atinar es saciarse del egoísmo citadino y comenzar a actuar con solidaridad campesina.
Atinar es abrirse a nuevos mundos en el campo de la tolerancia.
Atinar es apagar la tele y abrazar a tu hijos.
Atinar es comprar un libro o un cd de música sin pensar que la billetera sufre.
Atinar es crear riquezas en una sociedad moderna en el cual no se avasalle al otro.
Atinar es decir sí al emprendimiento.
Atinar es hablar.
Atinar es oír a aquellos que pensamos que nunca fueron oídos.
Atinar es sentarnos juntos entre moros y cristianos.
Atinar es decir nosotros.
Atinar es ser funcional en todo aspecto.
Atinar es crear la sociedad del amor.

... y la lista sigue

Por eso mañana subete a la micro, al metro o a tu auto, creete yanqui, júrate siberiano, siente tu esencia palestina, habla en búlgaro, observa con ojos de extranjero la sociedad del nosotros, ve que le falta a todo esto, nuestra patria, nuestro mundo, nuestro universo, y cambia algo pequeño, atina con atinar.

Es fácil.

¿Lo dudas?