Creo que por primera vez en la historia de este humilde pero leído blog, publicaré algo sobre economía nacional.
Todo aporte - propuesta a este importante tema, donde confluye la realidad histórica de la nación, y por ende, florecen todas las contradicciones existentes, son esfuerzos para propender el desarrollo humano de nuestra ciudadanía, entiendiendo ello, la consecución de la felicidad humana. Aunque suene tan utópico o alejado al materialismo imperante, nos daremos cuenta que lo material es directamente consecuente con el desarrollo no material de los humanos. Eso lo dice tanto Smith como Marx.
Pero bueno, a continuación hablaré sobre mi visión al escenario nacional actual.
Desde 2003 las economías de América Latina han desarrollado una época de relativa bonanza, con un PIB que llega a un 17%: un índice promedio de crecimiento anual de 4,3% y un aumento del 12% del PBI per cápita. Si bien estas cifras no dejan de impresionar, esta es sólo la segunda vez en 25 años que América Latina posee cuatro años continuos de crecimiento económico positivo. Las cifras siguen alumbrando. Existe un desarrollo industrial que aumenta cada año, mientras que por ejemplo, en Chile y Argentina, el 2006 fue el mejor año en el area de la construcción.
No obstante, Chile, deslumbra más aún. El superávit fiscal, y la experiencia de contar con un país que posee reservas millonarias, salda su deuda, y comporta la economía macroeconómica de forma verdaderamente magistral, es producto de comportamientos económicos sanos.
En el 2006, el superávit fiscal fue del 7,6%, superando lejos el promedio de América Latina, que fue de 1,3%. Hubo más: sobreejecución presupuestaria, ingresos inéditos por cobre, activos financieros multimillonarios e inversión pública creciendo casi al 10%. Podríamos decir: el mejor manejo económico en años, muchos años. La cifra 2006 equivale a US$ 11.285 millones, monto que hizo posible, por ejemplo, que se hicieran sendos depósitos por US$ 604 millones al Fondo de Reserva de Pensiones y a la capitalización del Banco Central.
El Estado ahorra, lo que permite claramente, tener un déposito fiscal, que asegura el financiamiento en las curvas críticas del capitalismo.
No obstante, tenemos otro escenario. La clase media de Chile, se endeuda cada vez más, y los sueldos no responden a las demandas mercantiles de los bienes económicos transados. De esta manera la calidad humana de vida, es cada vez más teñida de esfuerzo, y de oportunidades limitadas. De esta forma, la educación sufre verdaderas derrotas en los sistemas de medición, comprobando grandes pozos de desigualdad; la cultura y el arte sigue siendo un sistema de ingreso elitario, y los índices de "habilidad global" - como yo la he denominado - están restringidos a bolsones estrechos aún de población. La salud, sigue siendo un sistema ineficiente, y el publicitado AUGE, no funciona como realmente aparece en la propaganda oficial. Los recursos fiscales, que se invierten en estás tres fundamentales areas, son insuficientes.
Mi propuesta en concreto, es rebajar en menor medida, la Ley estructural del Superávit fiscal; es decir ahorrar menos, para aumentar significativamente el gasto social. Por ningún motivo quebrar la ley del ahorro fiscal, porque quedan riesgos significativos de quiebre y endeudamiento en alguna curva crítica, no obstante, el objetivo es un Estado social inversor, que otorge seguridad y responsabilidad fiscal, en áreas del desarrollo humano. Inversión fiscal, que financie a Escuelas, Liceos y Universidades, para aumentar las oportunidades del aprendizaje educacional, desarrollo técnico moderno e innovador, e investigación académica. Asimismo, inversión fiscal en la modernización del servicio de salud público, con una la implentación de una nueva reforma de Salud, eficiente y con una caja de dinero lo suficientemente amplia, para financiar las necesidades sin ningún problema. De esta manera, la consigna de la política pública será la de igualdad como inclusión social, en el marco de una meritocracia limitada con amplios espacios de democracia pública y local, donde la renovación del espacio público, concentre las miradas de un liberalismo progresivo en su acotado significado: gestión pública desde la misma ciudadanía.
El Estado de Chile debe propender a desarrollar una plataforma de bienestar y protección social con mayores inversiones fiscales de por medio, y por ende menos leyes de buena voluntad. Un estado que aposte por la seguridad social, y en donde los impuestos sean devueltos en obras de desarrollo humano.
Por otro lado, la segunda parte de esta propuesta es la abertura del Estado, como articulador de una sociedad civil abierta y solidaria. Por ende debe minimizar su participación en las trabas burocráticas, aumentando las libertades de emprendimiento social y acción democrática, facilitando el servicio fiscal, en novedosos mecanismos de funcionamiento, como el internet. Las palabras claves de esta "sección" son: Innovación y Oportunidad.
Por tanto, la renovación de la esfera pública es un pilar fundamental para la transparencia de la res pública, e ir avanzando en la eficiencia administrativa. El Estado debe ser menos exigente en las iniciativas microempresariales, e incluso aventurarse como agente capitalista de riesgo, en el cual el Banco Estado, sea un verdadero impulsor de la innovación. La libertad de generación de riquezas en los niveles locales, aumentaría la eficacia del espacio público. De esta manera, como consecuencia directa y necesaria, el Estado de Chile, debe impulsar desde ya hasta el 2010, políticas concretas en desarrollo de mecanismos de democracia directa.
En definitiva, la política pública debe propender al enriquecimiento plural y redistributivo de la masa de la sociedad civil, a diferencia de la apertura a los capitales extranjeros que cada vez más aumentan sus arcas, como pregona el neoliberalismo.
La individuación del sujeto enmarcada en una cultura del ser, donde el emprendimiento solidario sea el pilar de la democratización abierta, y esto acompañada de oportunidades inclusivas de generación de riquezas ampliadas, es un excelente escenario para hacer funcionar la máquina estatal de la protección y la seguridad social.
Y sobre todo una clave de este sistema que propongo es la ACCIÓN.
jueves, febrero 01, 2007
Economía nacional: Una propuesta
Publicadas por Alberto Cecereu a la/s 3:36 p. m. 11 comentarios
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