lunes, enero 18, 2010

Memoria de Corto Plazo

en chile la memoria histórica pasó un ruedo de pájaros

un baile trompo de los caballos

y ha desaparecido en la nueva forma

de mirarnos en la tarde de los blancos inocentes

todo puede pasar en las tierras de los olvidados

quizás veamos cómo suceden las máquinas del trabajo

por encima de los obreros

de cigarras de colores

quizás presenciemos las estatuas perpetuas

del discurso moral de los asustadores

en vez de la libertad eterna

multicolor del mar enamorada de la luna

veremos lágrimas de color negro

el viento como un remolino de la muerte

los niños sin sus sueños

y la ilusión enterrada en los resumideros de los codiciosos

nada y todo puede pasar en esta tierra de olvidados

toda la fornicación de los insolentes

la fornicación reiterada de los patrones a sus empleados

la fornicación por tercera vez de los elites a los incrédulos

nada y todo puede pasar en la arena de los gritos

porque serán los momentos excelsos

de la amnesia total

aquellos que reinarán en la cordura burocrática

a principios de una década

puede que muchos poetas se declaren en paro general

otros contraigan matrimonio

y algunos se comprometerán a trabajar en la mejor

cadena de comida rápida del mundo transnacional

viernes, enero 15, 2010

Príncipe Muerto



Recorrer las calles como un precipicio desafiante de una estación del Dante en su libro la Divina Comedia. Los cuerpos apilados usados como barricadas entre pandillas desiguales que roban comida. Incendios en las esquinas, sismos del dolor.



Escenarios, imágenes, de la destrucción de un Apocalipsis bíblico. En el Capítulo 9, versículo 2 y 3, dice: “Y abrió el pozo del abismo, y subió humo del pozo como humo de un gran horno; y se oscureció el sol y el aire por el humo del pozo. Y del humo salieron langostas sobre la tierra; y se les dio poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra.” Profecía de las señales de la tierra, de un país que parece maldito, de un país discriminado por su piel negra, por su piel curtida, por sus galletas de barro, por su vudú sagrado que duele y llora, un país en el filo de lo legalmente correcto, un país vergüenza de la humanidad, un país del dolor que parece eterno.



No hubo el segundo del perdón. Y yo pregunto ¿Dónde esta Dios? ¿Dónde estuvo Dios cuando sometió este pueblo a la barbarie de la esclavitud europea? ¿Dónde estuvo Dios cuando lo subyugó a una dictadura monárquica, caníbal, del terror? ¿Dónde estuvo Dios cuando permitió que el SIDA se inmiscuyera en los cuerpos de hombres y mujeres a través del placer? ¿Dónde estuvo Dios que no dio la paz a sus guerrillas y barricadas? ¿Dónde está Dios sino el Diablo? Es que no está, es que no habla, es que no escucha. No está porque hace mil años renunció a su cargo. Está en vacaciones en un universo paralelo.



En ese universo paralelo, Haití es un paraíso fiscal. Los blancos son los pobres y los negros beben champagne de oro. Y Dios es agricultor. Así las cosas podemos suicidarnos y confiar en el karma que nos llevará a la reencarnación divina del universo B.



Las calles huelen a sangre. Las calles no existen. Sólo caminos de una identidad perdida que se manifiestan como rastros de un mapa, senderos amaranto, trazos de un dibujo infernal. ¿Cuántas veces tendremos que llorar para limpiar las calles?



No existen los poetas ni lo trovadores en Haití, porque el terremoto fue enviado para matarlos. Ya no podemos soñar entonces. Ni siquiera dibujar una ilusión encima del agua que nos permita iniciar la travesía de las confesiones de un niño. En Haití no existen los pintores ni los muralistas, porque sus murallas se han caído. Ya no hay barro para hacer las pinturas, las pigmentaciones de colores, las formas de una escultura, porque el barro es utilizado como la comida diaria. No podemos pensar la nueva geografía.



¿Qué importan los burócratas con sus mediciones sobre la magnitud de la tragedia? No importa cuando nos han matado a Haití hace ya un siempre y un por siempre. No importa cuando recién nos dimos cuenta que existía un país al occidente de la República Dominicana. ¿Por qué? Es más importante Punta Cana para los ignotos, más importante esas playas blancas, tomar ron de desayuno y hacer el amor entre la espuma salada.



Haití es un Príncipe muerto que está siendo acribillado en el suelo helado de las baldosas diplomáticas de la comunidad internacional.



País de mil colores grises, ya no tienes para qué rezar un ángelus al medio día. Los ángeles se escapan del país del príncipe muerto, no responden a las oraciones. Dejan sus alas por si alguien las ve. Pero nadie las alcanza. Mueren de sed tus pueblos a la mitad del camino.



Príncipe muerto, última provincia del imperio, resumidero del capital.

jueves, enero 14, 2010

El Progresismo: Alcances históricos e ideológicos


Hemos escuchado, visto y presenciado en los medios de prensa un debate sobre el término progresista.

Primero que todo, no sólo es un término, sino que un compendio ideológico en la modalidad ecléctica. El progresismo se ha alimentado de ideas que provienen del liberalismo, el socialismo, la socialdemocracia, el socialcristianismo, y ahora, en el siglo XXI de los aportes del altermundismo, el ecologismo y el humanismo.

De este modo que como primera afirmación debemos sostener que el progresismo está en la vereda opuesta del conservadurismo, el corporativismo, el neoliberalismo, y las corrientes nacional populares.

A continuación vendré a explicar esto.

El progresismo viene desde los comienzos de la Revolución Francesa, estipulando a aquellos que estuvieron a favor de las libertades individuales, la solidaridad social, la igualdad y la justicia y el fin de los privilegios.

De esta forma el progresismo fue vinculado ideológicamente al socialismo utópico en el siglo XIX, como asimismo a la lucha de las Revoluciones Liberales de origen social de ese siglo, que buscaba eliminar el Antiguo Régimen, como también las democracias protegidas y circunscritas a las elites empresariales y nobiliarias.

Posteriormente en el Siglo XX la Socialdemocracia Europea abogó por políticas progresistas que apuntaban a aumentar la democracia representativa, profundizar las libertades individuales, vincular la protección a los sindicatos y organizaciones sociales, y crear un Estado de Bienestar que protegiera la vida comunitaria de la acción colectiva. De este modo, el Partido Laborista de Inglaterra fue el insigne representante de las políticas progresistas al comenzar el siglo, en contraposición con el Partido Conservador de ese mismo país, que abogaba por la vida individual, la protección valórica de la familia, el fortalecimiento del sistema de la época y un rol preponderante de una oligarquía.

A correr la historia el neomarxismo de la Escuela de Frankfurt, posibilitó la renovación de las estrategias políticas de los Socialismos y Comunismos, al mismo tiempo que se provocó un progresismo con carácter social y de urgencia. En consecuencia las corrientes socialcristianas en su versión del cristianismo como liberación de las masas ante la opresión, aportó valiosas ideas al Progresismo, como también el valor de los ciudadanos aspiracionales para la construcción de una sociedad meritocrática.

Hoy el Progresismo se ha renovado pero sostiene ante todo las diferencias diametrales con el Neoliberalismo, que defiende la vida individual, la familia como núcleo social, y un Estado disminuido y ejecutivo.

El progresismo hoy apunta a defender las libertades civiles, los derechos económicos, sociales y culturales, la creación de un Estado de Derechos que propenda a una vida comunitaria democrática, como al mismo tiempo el sostenimiento de profundas reformas estructurales que propendan a mayor democracia, autogestión civil, cultura popular y arte con acceso universal. Ha incorporado la lucha también las libertades sexuales, derechos reproductivos, ecologismo, multiculturalidad, derechos de inmigrantes, empresas de trabajadores, asociación civil libre y desburocratizada, etc.

El progresismo, en general, es una posición diametralmente opuesta a la centroderecha en cuanto, primero, se sostiene como eje sostenedor de la sociedad la vida comunitaria. Se cree que la vida comunitaria es mucho más importante que la vida individual. La vida comunitaria crea participación social, crea democracia y esa democracia tiene que, aparte, sostenerse con un Estado que tenga protección social, que otorgue igualdad de oportunidades y un Estado que otorgue iniciativas tanto empresariales como de acción social. Por tanto, los progresistas se la juegan por la recuperación de lo público: es ahí donde se crea un País.

Es por eso que el Progresismo sostiene las ideas de Cultura Comunitaria en los valores de fraternidad, solidaridad y responsabilidad de los ciudadanos, para la creación de redes sociales de construcción de la realidad material y que de esta forma se supere las contradicciones entre el capital hegemónico y las fuerzas del trabajo.

En las fuerzas políticas el progresismo es uno sólo. Es aquel que trabaja políticamente por más democracia, más justicia social, desarrollo humano, una economía solidaria y emprendedora. El mapa está claro. Aquellos que dicen ser progresistas no pueden abogar por centralización, democracia protegida, tutela empresarial, avasallamiento de lo público por lo privado, o la vigilia moral de los conservadores.