domingo, enero 13, 2008

El antagonista en el poder

Edmundo Pérez Yoma es la representación antagónica en excelencia de todo lo que significa el simbolismo del gobierno bacheletista.

Nos recuerda la imagen de esos antiguos caballeros de la elite chilena, que su sola impronta venía a colocar aires de consenso, y tranquilidad. Edmundo es un político sacado de la idea preclara de Thomas Hobbes, aquel ideático político que posee una habilidad extrema de manejar la maquinaria estatal, para incrustar los ideales más antiguos de los conservantismo: orden y progreso.
Al mismo tiempo es la imagen de un político sacado de los libros de Maquiavelo; expresa el esquema ideal del trasvestimo ideológico para el fin de una sola cosa: el poder.

Edmundo, es un político del siglo XX, ya que él sólo, reúne aquello que lo hace parte de una generación en donde, el Estado está al servicio de los intereses de la misma elite gobernante.
Es un burgués que gracias a su misma coalición política ha realizado negocios que lo han enriquecido aún más, manteniendo su estatus social dentro de los márgenes de las altas relaciones públicas. Un burgués que navega con su yate crucero "Valentina" y que al llegar a casa, adorna su escritorio, con la espada o'higginiana regalada por Pinochet. Sus misas dominicales, su devota rutina católica, y su familia reunida por el bien de la unidad, son sellos personales que lo contrastan con el laicismo, la austeridad y el librepensamiento de Bachelet.

Edmundo, vino al gobierno a contrarrestar todo lo que le había faltado al Gobierno. El hacer política. Edmundo no es vacilante, desequilibrado, ni mudo. Es ordenado, por sobre todas las cosas. A eso vino al gobierno, a equilibrar la balanza. Y de paso dar un aliento más a la idea fundadora, de que la centro izquierda puede torser sus ideales para gobernar con la Democracia Crisitiana, con el objetivo de mantener el sistema del poder.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

es un huevon de mierda..el tal yoma.
Atte.
rodrigo fuentes.